miércoles, 9 de septiembre de 2009

Minireseña comiquera: Miracleman de Neil Gaiman (y Mark Buckingham)


Si no fuera porque sé que es anterior a él en unos cuantos años diría que el inglés se inspiró en el Astro City de Busiek para continuar la obra de Moore. Y es que si hubiera que definir en una frase, en una tan sóla, qué es el Miracleman de Gaiman –cosa que por supuesto no hay ninguna necesidad de hacer, pero en fin, perezoso hasta la nausea como soy para escribir me apetece intentarlo- podríamos decir que estamos ante el Astro City del universo creado por Moore. Gaiman se dedica a explorar, al menos en el libro cuarto -el único que pudo completar- las consecuencias que acarrearon para las vidas de los ciudadanos de a pie los terribles acontecimientos narrados en los tres libros anteriores; las cicatrices de esa especie de muerte simbólica, pero también real, del mundo tal y como lo conocían y el ulterior alumbramiento de una nueva era, la era de los milagros. Un mundo de valores diferentes en el que los dioses caminan entre los hombres -y las mujeres- y al que no todos podrán o querrán adaptarse. Estamos ante un puñado de historias cortas, a veces inquietantes, a veces poéticas, a veces irónicas que sacan a relucir lo mejor de la imaginación desbordante de Gaiman, una imaginación y unas historias muy cercanas, al menos en tono, a aquellas con las que nos deleitó en The Sandman. A destacar, por forma y contenido, el capítulo 19, Apuntes del subsuelo.

Puntuación: 8

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