miércoles, 27 de agosto de 2008

Estuve muerto: vida tras la vida

Por razones y circunstancias que sería muy complicado detallar ahora -y que no viene al caso contar aquí- hace un tiempo, poco aun, que ando interesado en la investigación de la vida tras la vida. Y aunque no he variado mi natural escepticismo al respecto, consecuencia lógica de mi ateísmo materialista y militante, lo cierto es que reconozco que se trata de un tema apasionante digno de mayor y mejor atención del que generalmente recibe. La posibilidad de sobrevivir más allá de la muerte física, el acceso a una forma de vida distinta a la que hasta ahora conocemos o la comunicación con quienes ya experimentaron dicho tránsito son cuestiones que subyacen en lo más hondo de la conciencia humana, configuran nuestras ilusiones y esperanzas con respecto al hecho mismo de vivir y que de algún modo afectan a la manera en la que nos relacionamos con la realidad. Sólo por ello, sólo por las implicaciones que la creencia o la incredulidad en las mismas provoca en nuestras vidas, incluso al margen de que existan o no, ya estaría más que justificada una investigación seria y rigurosa que arroje luz sobre estos fenómenos y que, además de recoger testimonios y aportar interpretaciones y significados, se atreva a tomar de una vez por todas el toro por los cuernos y trate de determinar de forma fiable y comprobable la auténtica naturaleza de los mismos, es decir, si suceden realmente o si se corresponden únicamente con el campo de las creencias colectivas, las leyendas folclóricas o las experiencias psicológicas.

Como de momento parece que aún está lejos el día que se alcance un consenso más o menos fiable al respecto, tendremos que seguir moviéndonos en este océano de opiniones contrapuestas basadas más en la fe personal que en el conocimiento.

Para aportar mi granito de arena, dejo este video del programa que sobre dicha cuestión dedicó en su momento Documentos TV. Que lo disfrutéis.

3 comentarios:

  1. No he conocido a nadie tan intelectualmente inquieto como tú. Sí, he conocido a intelectuales, a personas trabajadoras e inteligentes, a investigadores insaciables pero buscadores de conocimiento en tan diversas áreas creo que sólo tú. Sabes de cómics, de literatura, de filosofía, de administración, de cine, de deportes, de cuidar sobrinos... Y ahora además: de cocinar con y sin microondas al tiempo que te adentras en las preguntas más trascendentales del alma humana... Lástima que seas un escéptico. Pero no te preocupes, tiene cura: un sustito por aquí y otro por allá, varias noches sin dormir y el ingrediente secreto y ya verás como a la próxima me darás la razón.
    Por cierto, ¿no te suena de algo el dr. Hameroff? jajajaja

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  2. Jozú te ha pegado el sol fuerte, eh tú!

    Yo hay temas a los que prefiero no buscarles explicación, es más, no les presto ni atención, que me dan como "yuyu".

    Un "vivalavida" si es que existen de color naranja para ti.

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  3. Silvia, no tan rápida amiga mía, no tan rápida: esto que lees es el producto de un programa informático especializado en la creación de entradas para blogs. En verdad mi ignorancia y falta de interés es tal que la primera vez que intenté escribir algo realmente mío para el blog dejé perdida la pantalla de tinta azul (quién podría imaginar que se escribía de otra manera). Lo del microondas ya es otra cosa: soy un experto en su manejo. Tenías que verme calentando la leche con cola-cao (a veces hasta con coca-cola) Y lo de las preguntas transcendentales para mí no tiene misterio ninguno: me desayuno con ellas todos los días y para el atardecer ya he resulto unas cuantas; el nudo gordiano, el cubo de rubick, la elección de Bush Jr. como presidente de los Iuneis esteis… Cosas de esas que desde siempre han desconcertado a la humanidad. Lo de que acabe creyendo… en fin, tómatelo con calma, que el proceso es un poco lento ( más o menos como el de la formación de las montañas, los ríos y las buenas conciencias).

    Hache, no hay nada que temer: todo es investigable y ningún conocimiento está de más. A mí también me da cierto yuyu, pero cuando conoces algo más al respecto te va dando menos… creo.

    Un lavidaesbella semidesnatado para las dos.

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